Son futbolistas, cantantes o actores. Algunos simplemente han tenido suerte en la vida y han heredado una gran fortuna que les hizo famosos desde su nacimiento.
Otros se lo han tenido que currar más. La cosa es que son famosos, son
ricos, pero no tienen a nadie con quien compartir su felicidad. Son los
solteros de oro.
Muchos y muchas dirán que son
una especie en extinción y que hoy en día es muy difícil pescar un buen
pez en el mar. Pero los sigue habiendo. Los famosos son muy dados a romper con sus parejas y no durar demasiado. Por eso nunca hay que perder la esperanza.
Entre los famosos que hemos seleccionado están Cristiano Ronaldo y Neymar,
para no dejar cojo al equipo blanco y a los catalanes. Las dos
estrellas más mediáticas de ambos equipos están solteros pero no saben
estar sin una mujer a su lado.
Entre los actores tenemos al eterno nominado al Oscar Leonardo DiCaprio. O a uno que estuvo muy de moda pero no supo mantenerse en lo más alto, como Orlando Bloom.
Y como tenemos que tener para todas las edades, la mujer soltera por excelencia se llama Madonna. Se ha dejado ver con muchos de sus bailarines pero nada ha terminado de cuajar en esta historia de amor.
Los jóvenes vienen pisado fuerte y es por ellos por los que más suspiramos. Justin Bieber y Miley Cyrus todavía no han logrado encontrar a sus respectivas medias naranjas. En lo alto de la montaña del éxito está ahora Ariana Grande, también soltera. Y como entre cantantes anda el juego habría que hablar de Hillary Duff, Rihanna o Kesha.
Una que se lleva todas las estatuillas a casa pero que no logra encontrar marido al que enseñárselas es Jennifer Lawrence. Actriz de moda desde que se hizo conocida en Los juegos del hambre, ahora los directores se pelean por tenerla entre sus filas.
Si lo que te van son los herederos, tenemos dos. A un lado, Paris Hilton. La eterna adolescente no tiene nada más que joyas, abrigos
y zapatos, pero ningún hombre a su lado con el que compartir todo el
amor que tiene que dar. Una herencia muy diferente es la del príncipe Harry de Inglaterra. El pelirrojo todavía no ha encontrado una mujer con la que volver a sacar a los británicos a la calle.
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